Tras conocer Bilbao, decidimos aventurarnos a descubrir dos ciudades donde el mar se mezcla con la montaña ofreciéndonos un enclave natural extraordinario.
Bilbao – Biarritz
En este recorrido se tardan prácticamente dos horas, pero no se te hará pesado porque irás contemplando unas vistas espectaculares durante todo el camino. Una vez que nos adentramos en el País Vasco francés, llegamos a su ciudad más distinguida: Biarritz. Esta pequeña ciudad es uno de los destinos vacacionales más conocidos del País Vasco. Cuenta con numerosos atractivos, pero el más importante, son sus playas.
Descubrimos esta bonita ciudad dando un paseo por sus calles comerciales del Puerto Viejo, un lugar lleno de historia donde te recomiendo que hagas una parada y te sientes en uno de sus bares a disfrutar de su rica gastronomía.
Visitamos lugares tan destacados como el Casino Municipal, la Roca de la Virgen o “Rocher de la Vierge” (guardiana de los pescadores) otro espacio simbólico de esta ciudad desde donde podrás observar unas de las mejores vistas; el Museo del Mar, o el Hotel du Palais, un inmenso palacio que fue construido por orden de la Emperatriz Eugenia de Montijo (esposa de Napoleón III) al quedarse enamorada de la ciudad.
Por supuesto no nos olvidamos del Faro de la Pointe San Martin, otro lugar emblemático desde donde se puede disfrutar de un maravilloso atardecer.
Biarritz – San Sebastián
De camino a San Sebastián hacemos dos paradas obligatorias para conocer dos comunas francesas muy famosas.
Primera parada: Saint Jean de Luz
En las calles de esta apacible localidad se respira el ambiente vasco. Se encuentra situada en una hermosa bahía, de hecho, su principal atractivo es su preciosa playa junto al famoso paseo Grand Plage. Caminando por su casco urbano percibirás el encanto de sus casas coloridas con ventanales de madera y de sus tiendas de tejidos típicos vascos.
Segunda Parada: Hendaya
Este municipio se encuentra situado en la frontera con España, cuenta con un casco histórico precioso, y su impresionante Castillo de Abbadia ubicado junto a los acantilados, te dejará con la boca abierta. Sin duda, el principal punto de interés de Hendaya es la Playa de Ondarraitz, de arena fina y con casi 3 km de longitud, es un lugar ideal para pasar un día en familia.
Desde Hendaya, cruzamos en barco a Hondarribia, y tras dar un paseo por el pueblo nos dirigimos por fin a San Sebastián, y digo por fin, porque tras numerosas recomendaciones de amigos decidimos visitar “una de las ciudades más hermosas de Europa”.
San Sebastián
A pesar de su pequeño tamaño, la capital de la provincia de Guipúzcoa, San Sebastián (en euskera Donostia), es famosa por su paisaje, dominado por la Bahía de La Concha, su arquitectura de la «Belle Epoque«, su gastronomía de fama mundial y su estilo vanguardista.
El primer lugar que visitamos es el Palacio de Miramar, residencia de verano de la reina María Cristina en el siglo XIX. Las vistas desde el palacio al Mar Cantábrico son fabulosas. Al lado de este palacio encontramos la Playa de Ondarreta, perfecta para disfrutar de la tranquilidad que nos ofrece. Al final de esta playa tenemos El Peine del Viento es otra figura representativa de la ciudad, se trata de un compuesto escultórico de acero anclado a las rocas.
El Monte Igueldo es el siguiente atractivo que visitamos, desde aquí harás un viaje al pasado si montas en el funicular de madera de 1912. Desde arriba se contemplan una de las vistas más conocidas y espectaculares de San Sebastián.
Paseando por su Casco Histórico destacamos la Calle 31 de Agosto, donde podrás degustar los famosos pintxos vascos en cualquiera de los restaurantes que reúne. Algunas joyas arquitectónicas que destacamos son: La Basílica de Santa María del Coro, La Iglesia de San Vicente, o la bonita fachada del edificio del Ayuntamiento y sus jardines.
Por último y para despedirnos de San Sebastián con una imagen única, visitamos la icónica Playa de la Concha, una de las playas urbanas más bonitas de España. Abrazada por los montes Igueldo y Urgull, la estampa que nos ofrece es realmente de postal.
Terminamos encantados nuestro recorrido y nos dirigimos de vuelta a Bilbao. Esta excursión se puede hacer en un día; pero si dispones de tiempo suficiente y prefieres explorar la costa vasca más a fondo, te recomiendo alojarte unos días en alguna de estas magníficas ciudades para moverte con facilidad.