El Museo Marítimo se encuentra junto a la Ría de Bilbao, en lo que fueron las dependencias de los astilleros Euskalduna. El nacimiento en 1900 de La Sociedad Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques, conllevó al origen de la construcción naval civil moderna. Años más tarde, esta compañía cerró; y el Museo Marítimo lo que pretende es mantener y difundir la historia de todos aquellos que han vivido la tradición marítima en la Ría de Bilbao, acercando el mar a la sociedad. Hoy, como amantes del mar que somos, nos adentramos en él de una forma diferente y divertida.
El Museo
Su zona exterior reúne los antiguos diques donde se alojan las embarcaciones de la Colección del Museo; también encontramos la Casa de Bombas y la famosa Grúa Carola, que lleva por nombre el de una hermosa mujer que, según nos cuentan, pasaba a diario por la zona y traía locos a los trabajadores del astillero.
Una vez dentro, nos encontramos con una interesante exposición interior que muestra el desarrollo de una ciudad unida a su puerto; muestras interactivas y audiovisuales, una gran colección de maquetas de barcos y demás utensilios marinos. Todo gira en torno a la transformación de la Ría de Bilbao a lo largo de los siglos.
Es un buen plan para hacer con la familia, para los niños existen diferentes actividades lúdicas como la sala de los Play Mobil, un banco de remo, incluso juegos en las pantallas. La entrada para los niños es gratuita hasta los 6 años.
Ría de Bilbao
Una de las cosas que más me gusta de Bilbao es pasear por la ribera de la Ría de forma tranquila y disfrutando de las vistas. Desde el Museo Marítimo puedes caminar hasta el casco viejo por la orilla de la derecha. Caminando por el Parque de la Ribera llegarás a la Torre de Iberdrola, si continúas por el Paseo de la Memoria te toparás con el Guggenheim y el Puente de la Salve; es inevitable detenerse en ese puente para sacar fotos y contemplar el atardecer.
Visitar Itsasmusem ha sido una idea estupenda, hemos aprendido mucho de la cultura del mar y la visita ha sido muy agradable. Junto con el paseo por la Ría, es un plan perfecto de un día para tu próximo viaje a Bilbao.